Saturday, September 13, 2014

sueños de lluvia y prisión

Me encantaría que estuviera lloviendo afuera. Pero no. Sólo hay el frío seco de la noche y las estrellas fijas. Estoy esperando el siguiente transporte y deseo luces a toda velocidad, o gotas de lluvia, o algo que parezca fractales en movimiento. Música, y ruido de metales que chocan y sufren la inclemencia de todas las fuerzas, y  más velocidad. No hay nada de eso para mí aquí. Esta extraña celda humanitaria que huele a azufre. Parece que estoy ahogándome adentro de un huevo cocido. Qué pesadilla en verdad.


Hay mucho que decir. Hay que hablar del abandono y de las medidas absurdas de los gobiernos, de las guerras que nos declaran los policías quienes escupen mientras nos gritan lo estúpidos que somos y nos llaman, paradójicamente, "perros rabiosos."

Los coches no vuelan. En realidad no hay con qué hacerlos volar. Escasean los insumos básicos. Hay enormes filas para todo. Ya nadie cree el cuento de los comunistas malvados, ya nadie tiene tiempo de pensar ni cuestionar.

El tiempo está parado. No hay movimiento. Estamos infectados.

Me voy a escapar. Esta noche voy a empujar el reloj.

Tuesday, September 2, 2014

La triste balada de miguel donali (precursor)

La taza de café y la pipa sobre la mesa. El sonido alienígena vibrando el aire.

El turno de trabajo agotador como pocos. La cotidianidad brutal de la realidad capitalista, pero con algunos robots, y algunos focos allá afuera.


Debo dinero. Mucho, y a las mejores personas. Soy miguel el deudor. Y me importa poco lo que piensen. Tengo necesidades, y amistades. Aquí estoy, buscando el sentido en esta sopa estúpida, vendiendo las nalgas para poder pagar el aceite que necesito para circular.


No se confundan. Soy totalmente humano, de carne y hueso. Solo tengo un metal atravesado en la quijada: un tornillo que sostiene un diente postizo. Soy una máquina con nanotecnología bienvenida en  múltiples órganos, en especial un brazo semi podrido por uno que otro descuido. Es la vida. Estoy en renta. Tengo mucho trabajo.


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Las horas pasan. Puedo encontrar lo que buscaba y ahora lo traigo en una caja de contención crónica.

No puedo esperar y regreso al departamento para tomar un medicamento que ajuste la descompensación. Caballero de oxidada armadura. Voy a recoger a mi chica. Es mi colega de trabajo en realidad.

Pienso frases como "rotundo refresco" y no sé que hacer, ni que significan. Quedan pocos días. o muchos. Demasiados más bien.

La pesades de los planes, de la libertad misma, en el temporal de los sentimientos, de los cariños, del pasado.